
Rata almizclera consumiendo vegetación. Foto de Rick Cameron. (Imagen bajo licencia Creative Commons de Flickr)
Rata almizclera consumiendo vegetación. Foto de Rick Cameron. (Imagen bajo licencia Creative Commons de Flickr)
¿Sabías que las ratas almizcleras podrían ser conservacionistas naturales al crear hábitats para aves mediante la construcción de sus madrigueras? Desde el 2021, he estado trabajando en estrecha colaboración con aliados en conservación de Audubon Great Lakes para comprender mejor cómo influyen las ratas almizcleras en los humedales de Illinois e Indiana, y cómo las aves se benefician de ello. Todo esto forma parte de un proyecto de investigación que inicié como estudiante de doctorado y que continúo como investigador posdoctoral en la Universidad de Chicago.
Las ratas almizcleras han sido clasificadas desde hace tiempo como ingenieras del ecosistema, pero yo sentía curiosidad por investigar más a fondo para entender exactamente qué beneficios podrían ofrecer a otros animales, desde invertebrados hasta aves. Mis colegas de Audubon Great Lakes ya contaban con un conjunto robusto de datos sobre aves de marisma, que utilizaban para orientar la gestión de humedales en toda la región de Calumet, pero disponían de escasa información sobre las ratas almizcleras. Naturalmente, tenía todo el sentido colaborar y observar más de cerca a estos enigmáticos mamíferos.
Las ratas almizcleras (Ondatra zibethicus) son mamíferos semiacuáticos nativos de Illinois, así como de la mayor parte de Estados Unidos y Canadá, y rara vez superan los 2.3 kilogramos de peso. Aunque su tamaño es reducido, su impacto en los humedales es notable. Son herbívoras voraces que consumen grandes cantidades de vegetación y construyen madrigueras de tamaño desproporcionado en relación con su cuerpo. Las ratas almizcleras edifican sus viviendas de dos maneras: excavando en una orilla o construyendo una gran madriguera independiente con forma de iglú, q
A grandes rasgos, el uso que las ratas almizcleras hacen de sus madrigueras independientes es similar al que nosotros damos a nuestras casas: un lugar seguro para dormir, alimentarse, criar a sus crías y resguardarse del frío durante los duros inviernos del Medio Oeste. A diferencia de las viviendas humanas, las ratas almizcleras no acceden simplemente por una puerta.
Estas madrigueras se construyen en zonas con agua estancada, por lo que habría que imaginar el acceso a la puerta principal como una inmersión bajo el agua, conteniendo la respiración y nadando a través de un túnel. Desde ahí, se asciende a una cámara seca situada por encima de la línea del agua, que funciona simultáneamente como dormitorio, sala de estar y comedor.
Para reunir suficiente material con el cual construir sus viviendas, las ratas almizcleras derriban grandes áreas circulares de vegetación acuática, como las espadañas (Typha spp.), bocado tras bocado. Luego, apilan esa vegetación en una gran pila. Al hacer esto, crean una abertura con la madriguera en el centro, que actúa como una plataforma o isla en medio de un “mar” de espadañas. De este modo, las ratas almizcleras cumplen el rol de ingenieras del ecosistema, animales que modifican significativamente el hábitat en el que viven y, como resultado, transforman la manera en que otros organismos interactúan con dicho sistema. Como parte del proyecto de investigación que desarrollé, planteé la hipótesis de que, al construir madrigueras, las ratas almizcleras podrían facilitar la presencia de una mayor diversidad de especies en los humedales.
En particular, predije que las aves de marisma se beneficiarían de estas madrigueras, ya que las ratas almizcleras contribuyen naturalmente a generar una condición ecológica conocida como hemi-marsh. Las zonas de hemi-marsh presentan una proporción equilibrada de 50 % agua abierta y 50 % vegetación, y se consideran un estado ideal que los administradores de humedales buscan alcanzar. Cuando las madrigueras son abundantes, las ratas almizcleras pueden generar estas condiciones por sí solas. Las aves de marisma también consideran que este es un estado ideal, ya que les proporciona una combinación de áreas vegetadas para ocultarse, superficies de agua abiertas donde buscar alimento y plataformas donde descansar o anidar.
Para comprender cómo las ratas almizcleras transforman los humedales y cómo eso influye en el uso que hacen otros animales de esos espacios, coloqué cámaras en tres sitios de la región de Calumet, una zona situada en el extremo sur del lago Míchigan que abarca el noreste de Illinois y el noroeste de Indiana. Realicé esta investigación durante la migración primaveral de aves a finales de abril, y programé cada cámara para tomar una fotografía cada cinco minutos. Coloqué siete pares de cámaras: en cada par, una apuntaba directamente a una madriguera de rata almizclera, y la otra a la vegetación cercana, a modo de control, para comparar cómo utilizan los animales los humedales cuando no hay madrigueras presentes.
En solo dos semanas, observé 18 especies distintas en las fotos tomadas en las madrigueras, y solo seis especies en las fotos de control, es decir, el triple. Esto sugiere que las ratas almizcleras modifican significativamente la diversidad de especies que utilizan los humedales. Además, el 85 % de los animales observados eran aves. Entre ellas se encontraban cuatro especies focales que Audubon Great Lakes trabaja activamente para conservar: el sora (un tipo de rálido), el gorrión de los pantanos (Melospiza georgiana), la cerceta aliazúl (Spatula discors) y el martinete coroninegro (Nycticorax nycticorax). En particular, fue especialmente emocionante comprobar que los martinetes coroninegros utilizan las madrigueras de ratas almizcleras, ya que se trata de una especie considerada en peligro de extinción en Illinois.
Las aves no fueron los únicos animales atraídos por las madrigueras, según las imágenes captadas por las cámaras. Los reptiles, especialmente las tortugas, también las utilizaron como plataformas para asolearse. Las vistosas viviendas de las ratas almizcleras también atrajeron a depredadores: mis cámaras captaron a un coyote hundiendo la cabeza en la parte superior de una madriguera para intentar alcanzar la cámara interior donde vivían las ratas almizcleras.
Aunque mi investigación aún está en curso, los hallazgos obtenidos hasta el momento tienen múltiples implicaciones para la conservación aplicada, como los trabajos de restauración de humedales que Audubon Great Lakes ha liderado junto con sus aliados en la región de Calumet. Al gestionar humedales que resulten ideales para las ratas almizcleras (Ondatra zibethicus), podemos ayudar indirectamente a muchas otras especies, incluidas aquellas consideradas de preocupación para la conservación, como el martinete coroninegro (Nycticorax nycticorax).
En la siguiente etapa de mi labor como investigador posdoctoral dentro del Programa de Becas Smith (Smith Fellows Program), estoy desarrollando estrategias para aprovechar el impacto de las madrigueras de ratas almizcleras con el fin de mejorar los esfuerzos de conservación y restauración en toda la región de los Grandes Lagos. A través de este trabajo, también busco ayudar a que más personas conozcan a las ratas almizcleras y comprendan por qué son una parte fundamental de los ecosistemas de humedales de los Grandes Lagos.
Dr. Leo Chan Gaskins is a community ecologist and David H. Smith Conservation Research Fellow at University of Chicago and Audubon Great Lakes. He investigates how organisms impact the diversity, structure and function of wetlands through both consumptive and ecosystem engineering pathways, and how to harness these effects to inform future conservation and restoration efforts. He is a former NSF Graduate Research Fellow, and earned his PhD from Duke University.
Submit a question for the author